EÓLICA

ONSHORE vs OFFSHORE ¿CUÁL ES MEJOR?

A la hora de hablar de energía eólica, podemos distinguir dos tipos en función de cómo y dónde se genera la electricidad. Por un lado, encontramos el modelo de producción de eólica en tierra, también llamado Onshore, y por otro, existen los aerogeneradores instalados en el mar que producen energía eólica Offshore.

Dos formas de producción de energías limpias a partir del viento que presentan grandes similitudes y pero también enormes diferencias. La primera de ellas y la más evidente; su desigual penetración en el mercado. Mientras que la eólica terrestre está mucho más expandida por el globo terráqueo, la marina apenas está despegando su gran potencial. Una diferencia que se ve perfectamente reflejada en sus cifras de producción.

Según el Global Wind Report, en 2018 se alcanzaron 568 GW de capacidad total instalada de eólica terrestre en el mundo y se instalaron 46,8 nuevos GW de este tipo de energía. Mientras que la capacidad total instalada en eólica marina se situó en los 23,1 GW ese mismo año, con un incremento de 4,5 GW de nuevas instalaciones Offshore. Estos datos ponen el evidencia el titánico despliegue de la eólica terrestre frente al tímido desarrollo de la marina, a pesar de que ésta última cuenta con parques eólicos con mayor capacidad instalada.

¿Qué aerogeneradores son más potentes?

En 2018 las turbinas de alta mar alcanzaron una potencia unitaria media de 6,8 MW en Europa (un 15% más que en 2017). Una cifra que se prevé que aumente en el corto plazo, ya que, según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), ya existen prototipos de aerogeneradores marinos que superan los 10 MW de potencia unitaria.

Sin embargo, las cifras de las turbinas onshore o terrestres cuentan con potencias unitarias mucho menores. Una enorme diferencia que viene también influida por el propio tamaño de la turbina (inferior en tierra), la orografía, el transporte e incluso las limitaciones que se encuentran los parques eólicos terrestres en cuanto al impacto visual o acústico que generan las turbinas en tierra.

Pero… ¿por qué unos aerogeneradores producen más que otros? La respuesta reside, entre otras razones, en la propia casuística del entorno en el que se ubican. La velocidad del viento en alta mar es muchísimo mayor, ya que no encuentra barreras que frenen su fuerza, lo que permite generar una potencia muy superior a la producida por un aerogenerador en tierra, donde el viento sí encuentra barreras y cuya fuerza es mucho menor.

Una de las principales razones son los elevados costes de instalación y mantenimiento de los parques marinos. Se trata de megaestructuras asentadas a una profundidad máxima que en Europa ronda de media los 27,5 metros, y a una distancia aproximada de 41 kilómetros de la costa según datos de WindEurope.

Estas megaestructuras traen consigo una serie de desventajas que limitan su implantación:
– Requieren de complejas cimentaciones marinas que suponen grandes inversiones.
– Su manteniento conlleva altos gastos de explotación.
– Su zona de instalación es limitada (sólo pueden colocarse en aguas de una determinada profundidad y a una distancia mínima de la costa).
– Los aerogeneradores marinos están expuestos a condiciones especiamente severas como el ambiente salino, que provoca una corrosión acelerada.

Así mismo, también existen estructuras flotantes que pueden ubicarse a mayor profundidad, pero todavía están en un incipiente proceso de desarrollo por lo que resultan poco rentables.

Siendo más productiva ¿por qué no se apuesta más por eólica Offshore?


¿Cuáles son las principales diferencias?


La dificultades de construcción y mantenimiento que encontramos en los parques eólicos marinos se contraponen con la instalación de parques eólicos terrestres, cuya tecnología está más desarrollada y resultan más económicos. Pero no son las únicas diferencias que encontramos entre ambas formas de producción de energía eólica.

En el siguiente gráfico se presentan, a grandes rasgos, algunas de las diferencias más significativas entre eólica Offshore y eólica Onshore. 

El mercado de la producción de energía eólica Onshore o terrestre está liderado desde 2008 por China, un país que actualmente produce el 36% de la eólica terrestre del mundo y que, sólo en 2018, instaló 21,2 nuevos GW de potencia Onshore alcanzando así los 206 GW de capacidad total instalada.

Le sigue Estados Unidos con una capacidad instalada de 96 GW representando el 17% de la eólica terrestre mundial y que en 2018 sumó a su red eléctrica 7,6 nuevos GW de energía eólica terrestre.

Por último Alemania, encargada de aportar el 9% de la producción mundial y que también contribuyó a aumentar la capacidad instalada del planeta con la instalación de 2,5 nuevos GW a la red.

A continuación, le sigue India (6%), España (4%), Francia (3%), Brasil (3%), Canadá (2%), Reino Unido (2%), Italia (2%) y otros países con producciones menores que representan el 16% restante.

A diferencia de la producción de eólica terrestre que se distribuye de manera más uniforme por el globo terráqueo, la eólica marina concentra casi toda su producción en tres países que producen el 82% de la energía eólica Offshore del mundo:

Reino Unido que genera el 34% de la energía eólica marina mundial y en el último año añadió a su red eléctrica 1,3 nuevos GW de eólica Offshore. China que produce el 28% de energía eólica marina y que en 2018 instaló 1,8 GW. Alemania que es responsable del 20% de la generación de eólica Offshore del planeta, con un incremento en el último año en su capacidad instalada de 0,9 GW.

¿Qué país lidera la producción de cada tipo de energía eólica?


¿Cuál es la situación de la eólica Offshore en España?


A pesar de la clara apuesta de España por la energía eólica terrestre, en lo que respecta a eólica marina, aún queda mucho por hacer, ya que sólo existe un aerogenerador marino (situado en las Islas Canarias). Esto se debe, entre otros factores, a la clara limitación geográfica del país, ya que la mayoría de costas alcanzan profundidades de 60 metros demasiado cerca de la costa para implantar parques eólicos marinos en ellas.

La única solución por tanto, sería instalar plataformas flotantes sobre las que asentar los parques eólicos a una mayor distancia de la costa. Sin embargo, aunque esta tecnología ya se comercializa (el primer parque flotante se instaló a finales de 2017 en Escocia), es mucho más costosa y todavía le queda mucho camino de desarrollo.

Fuentes: WindEurope / Iberdrola / Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía / Universidad Pública de Navarra – UPNA.